lunes, agosto 18, 2008

quiero volver a sonreír, escuchando canciones tristes

Y de repente aceitunitas verdes me deja un comentario y no se que hacer, ir o no ir, hacer lo que hice más de un año o no, irme a Zaragoza, o a Cataluña o a... a verlos , se que si no voy me arrepentiré, lo se, y si tocasen con ellos (a room with a view), ya sería la hostia, lo se, los he visto demasiadas veces (a ambos), pero me gustaría verles una última vez (no vi su último concierto), que volviesen a sonar “a minute before” o “Drowning Spaces”.
Quiero volver a sonreír, escuchando canciones tristes.

Por últimos os trascribo las preciosas palabras que le dejo kiko amat en el interior de su disco de despedida:

Este verano pasado desapareció lo que para algunos era la mejor banda de Barcelona. Mejor en pequeño como todas las cosas buenas, como los secretos más brillantes. Y aunque para algunos nada habrá cambiado, otros en barrios pequeños, en salas diminutas, en discos concentrados y veloces, sentirán una ausencia física, una falta, la desaparición de una cara familiar que te habías acostumbrado a ver y que echas de menos el primer días que falta. Vaya teníamos a Aina y ya pensábamos que siempre iban a estar allí, dirán algunos en casas pequeñas, en artículos minúsculos, en notas invisibles de contraportadas chicas. Teníamos a Aina y ahora que no están, hey, algo se nota, algo se ha perdido que sera difícil de repetir, y todas las noches en las nos encerramos como en los mejores secretos a verles sin contárselo a nadie, sin que nadie lo supiera, y nos pegamos codo contra codo en clubes ínfimos, al mundo grande, vasto, máximo, se le escapó, algo por entre los dedos, algo que no vieron pasar; zumbando, rápido.
Este verano desaparecieron Aina, como se va una cara familiar que queríamos ver siempre, y no importa. Por que tenemos todas esas noches encerrados, sin contar, no queriéndoselo decir a nadie, atesorando un secreto brillante, pequeño como todas las cosas buenas, que va a estar aún rodando, todo el día rodando, en los tocadiscos de cientos de casas pequeñas, diminutas, invisibles, secretas, todas las noches.

Barcelona, Verano 2003