Érase una vez un armadillo albino que tenía miedo del sol, de la Luna, de las estrellas... Enseguida se escondía, ante cualquier rayo de luz o resplandor.
Un día, dentro de su caparazón blanco, mientras bailaba, a solas por el bosque de los solos, se encontró con un objeto que desconocía; un espejo,
Y al mirarse descubrió que tenía una luz más brillante que todas en su interior. Desde entonces se hizo amigo de todas las luces del universo.
* Nota: este cuento me lo regalo un buen amigo el día de mi cumpleaños (2003), bueno en realidad me regalo un espejo, pero detrás de él venía este relato :D
El dibujo es de Martina, Muito obrigado, eres una artistaza