jueves, noviembre 25, 2004

delfines

Un padre, su hija y una amiga se adentran mar adentro, empiezan a nadar, más, más, mucho más, mientras los delfines, nadan a su lado, hasta que de pronto, estos se ponen nerviosos, el padre y las chicas, también; piensan, son delfines, son inofensivos, no puede pasar nada; los delfines no les dejan ni avanzar, ni retroceder, les tienen sitiados y cada vez se les nota más nerviosos y ellos también lo están; de repente ven algo, algo más grande, mucho más grande, un tiburón; los delfines no querían atacarles, lo único que querían es defenderles de "él", como hacen con su familia.

Bonita historia y verídica (la he visto esta mañana en un telediario).

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